1. Un oferta, un
curriculum. Este es el
punto más importante; cada CV debe esta ajustado a la misión y valores de la
empresa o entidad. Infórmate en profundidad de las expectativas de la empresa,
de lo que demandan en la oferta y adapta tu experiencia y formación a estas.
2. Estilo
profesional y propio. Porque cada
profesión es un mundo… El curriculum de un ilustrador y o un Community Manager
no tendrá las mismas normas, que el de una educadora o un médico. Así que busca
tu marca personal, y si tu profesión se encuentra entre las más creativas. Deja
volar tu imaginación y crea el CV más innovador.
3. Claro y conciso. Cuidado con que la creatividad nos
desborde. Se debe mantener el equilibrio entre la innovación y la claridad. La
presentación y redacción deben ser de fácil lectura; ni hablar de la organización
y la ortografía, que debe ser perfecta. No compliques al seleccionador, ayúdale
a elegirte.
4. Un último apartado. ¿Tienes algo que reseñar y no encaja
en los epígrafes de un CV básico? Créalo. El manido “otros datos de interés”
puede tener mil caras. Elige la tuya y cuenta todo lo que eres, haces o conoces
adaptándolo a la oferta.
5. Siempre con carta de
presentación. No perdamos las buenas costumbres. Acompaña
tu CV con una cuidada carta de presentación, tras conocer la oferta y la
información sobre la empresa. No olvides hablar de tus motivaciones y del valor
que aportaras a la entidad.
Te dejamos unos link para ayudarte en
la creación. ¡A por ello!
En esta Web
puedes encontrar modelos y plantillas para diseñar tu curriculum.
Aquí puedes
encontrar el modelo Europass.
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